“En el amor se da la paradoja de dos seres
que se convierte en uno y, no obstante,
siguen siendo dos”
Erich Fromm (1900 – 1980)
Y en la actualidad tengo el convencimiento de que esa fusión es parte de la naturaleza de los dos seres que se aman, y que pervive más allá de la vida, en un eterno proceso de separación y reencuentro donde un hilo (el famoso hilo rojo) asegura la reunión. Ese hilo es, precisamente, el sentimiento de amor que nada puede llegar a destruir.
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Pero por otra parte somos vida, somos experiencia de vida. Vida en la que volcamos nuestro ser, nuestras bondades y nuestros defectos; nuestra grandeza y nuestra mediocridad. Vida en la que nos comprometemos y asumimos responsabilidades. Por eso, la vida no siempre es lo que en cada momento desearíamos. No siempre sabemos elegir los caminos. Y muchas veces ni siquiera sabemos dónde queremos ir o no sabemos elegir el camino adecuado, o desconocemos lo que la diosa fortuna nos acercará. La realidad está plagada de dificultades. Dificultades que nublan nuestro pensamiento y hacen que tomemos decisiones erróneas. Pero por encima de esa realidad, el sentimiento perdura y termina imponiéndose.
Además, el amor que se siente solo adquiere su sentido cuando, además, es amor vivido, amor que, además de ser sentido y expresado, es también acogido por el ser amado, y correspondido. Es más, por muy bello que pueda ser sentir amor por otro ser, si no es acogido crea una frustración que debe ser sabiamente tratada para que no hiera. El amor así, es amor que se pierde en la nada, que se agota antes de ser disfrutado, y que puede dañar antes de ser benéfico. El amor necesita del eco.
Emilio Muñoz
Homo Novus...
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(por Lights & Motion)
Así es, lo has dicho poéticamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarEmilio, qué tema el amor...
Tengo que decirte que se me ha alborotado el alma al leerte.
El amor, como la poesía, como el arte, como las bellas sensaciones en general, carece de una explicación razonablemente única, pues cada uno lo siente y vive de especial manera como si esta fuera única e intransferible.
Tu entusiasmo es contagiador, se queda, hace palpitar y está pleno de hermosas captaciones emocionales a las que decir que sí sin titubeo leyéndote.
El tema te interesa (interesa) mucho y no es para menos.
gracias, pues uno aprende, siempre aprende.
Inmenso abrazo.