“Hemos aprendido a volar como los pájaros
y a nadar como los peces,
pero no hemos aprendido el sencillo arte
de vivir como hermanos”
Martin Luther King (1929 – 1968) USA
“Si queremos un mundo de paz y de justicia
hay que poner decididamente la inteligencia
al servicio del amor”
Antoine de Saint-Exupery (1900 – 1944) Francia
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Fuente: Internet |
Shalom también se refiere a la paz de espíritu, a la paz interior, a un deseo de equilibrio y armonía en nuestro estado de ánimo y en nuestra mente. Y creo que es muy oportuno destacar, por encima de todo, este significado.
Porque yo me pregunto: ¿Cómo podemos esperar que haya paz y concordia entre los pueblos si los seres humanos hemos perdido la serenidad de pensamiento y, sobre todo, la paz interior? Este es el verdadero problema, y el mundo seguirá siendo más y más problemático mientras no recuperemos el equilibrio, la paz y la concordia, ya sea tratando la proliferación de guerras, el deterioro del medio ambiente o el agotamiento de los recursos naturales. Haciéndolo con humildad, sin dogmatismos, sin partidismos y sin “postureos” que sirvan para mantenerse en el poder.
Y no recuperaremos equilibrios y paz mientras mostremos una disparatada ansiedad por los dioses del momento: el poder, la riqueza, el consumo compulsivo, la ostentación, el lujo, las apariencias.
Y no recuperaremos equilibrios y paz mientras renunciemos a tener nuestro propio criterio en lugar de comprar impulsivamente las medias verdades de personajes cuyo único interés es lucirse en la cúspide del poder. Nos estamos convirtiendo en seres dóciles, amansados, ignorantes, faltos de espíritu crítico.
Analizado con un mínimo de sensatez, solo podemos concluir que este mundo es un puro disparate, una continua incongruencia entre las buenas palabras y las atroces realidades. Un mundo que se ha convertido en una carrera por ver quien llega más alto y antes al disfrute de placeres materiales y egoístas, sin importar el reguero de víctimas que se dejen a su paso.
Hoy reclamo la paz, que recuperemos la cordura, que abandonemos el cruel hábito de matarnos; que empecemos a construir un mundo sin violencia, más justo y solidario (más allá de las bonitas palabras de los dirigentes del mundo); que trabajemos juntos por un mundo mejor.
¡Reclamo la paz! Y viendo lo enfermo que está este mundo, y sus humanos habitantes, soy consciente de que reclamo una utopía. Aun así, ¡reclamo la paz!
Emilio Muñoz
Homo Novus...
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