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martes, 6 de agosto de 2024

UNA VIDA PLENA…
(LA IMPORTANCIA DE RECONOCER AQUELLO QUE NOS HARÁ FELICES)


“Hay dos formas de vivir: puedes vivir como si nada fuera un milagro;
puedes vivir como si todo fuera un milagro. Lo más hermoso
que podemos experimentar es el misterio. Es la fuente
de todo arte auténtico y de toda la ciencia. Aquel para quien
esta emoción sea una desconocida, quien no puede hacer una pausa
para maravillarse y permanecer extasiado de sombro,
prácticamente está muerto: tiene los ojos cerrados”

Albert Einstein (1879 – 1955)


La joven del vídeo (ver vídeo)
Mucho me temo que aquello que dije en mi pasada entrada en el blog “Pensar y sentir”, titulada “La inocencia como don…” - https://emu-tiempodetenido.blogspot.com/2024/07/la-inocencia-como-don-esos-momentos.html ES UNO DE LOS TEXTOS MÁS IMPORTANTES Y TRASCENDENTALES QUE HE ESCRITO en toda mi vida. En mi opinión, su mensaje es básico para tener una bonita vida, y es que resume muchos años de aprendizaje y reflexión.

Y sin embargo, me temo que su mensaje ha pasado desapercibido, tal vez porque no se ha captado su esencia. Es cierto que no hablaba claramente, y que me extendí en unos cuantos párrafos (demasiada lectura…). O tal vez no supe expresar bien lo que quería decir. Sin embargo, es tan importante para un ser humano esta lección de la vida que VOY A INSISTIR EN EL TEMA de esa entrada, y ME VOY A EXTENDER AÚN MÁS. No por fastidiar, sino por si hay alguien que pueda beneficiarse de alguna manera ese vídeo y esa muchacha de la que hablo.

Hablaba de una mujer del coro, estudiante de la Universidad de Cambridge, y dejaba el vídeo para que se pudiera comprobar lo que decía, para que cualquiera que llegara a esa entrada pudiera contagiarse de sus maravillosos sentimientos. Hablaba de su “inocente excitación” (y cada día estoy más convencido de que excitación no puede ser bella si no está bien impregnada de INOCENCIA Y SENSIBILIDAD), de su ensimismamiento, de su gozo, de su FASCINACIÓN, de su éxtasis…

VOY A SER SEVERAMENTE CRÍTICO, que es lo que nos permite DESPERTAR NUESTRA CONCIENCIA Y NUESTRA CONSCIENCIA. ¿Cuántas personas pueden decir lo mismo? ¿Cuánto tiempo hace que cada uno de nosotros no ha vivido algo tan alucinantemente bello? ¿Quién tiene una actitud ante la vida que le permita vivir momentos como estos? Me temo que en la niñez vivimos continuamente momentos así, pero que en la edad adulta brillan por su ausencia. Y lo más terrible de todo es que vivimos ignorantes a esta realidad. Lo más duro de todo es comprobar cómo tenemos continuas oportunidades de vivir momentos tan bellos como ese ¡y los dejamos escapar sin siquiera darnos cuenta de que los hemos tenido enfrente! Llego a la conclusión de que los adultos somos realmente torpes… ¡y eso no es lo peor!

Para poder seguir viviendo en la edad adulta momentos de plenitud como el de esa joven es necesario VIVIR CON PLENA ENTREGA nuestra vida, pero no vale con decir que vivimos el aquí y el ahora (el momento presente). ¡Se puede vivir el momento presente sin vivir nada de nada! Para realmente vivir el momento presente debemos saber qué es lo que da sentido a nuestras vidas, y tener ojos para reconocer aquellas circunstancias o hechos que realmente nos proporcionan ese éxtasis de plenitud, esos momentos increíbles en los que podemos sentirnos ahítos de vida, amor y alegría. Mucho trabajo, es cierto, pero es lo que puede hacer que nuestra vida cobre sentido.

Hay más aún: no solo es suficiente con reconocer quiénes somos, qué da sentido a nuestra vida, y qué nos sentir plenos. Ni es suficiente con estar atentos. Muchas veces estamos atentos, pero no desde nuestra real personalidad. El ser humano tiene una DESCONCERTANTE TENDENCIA A LA DEPENDENCIA, a que personas famosas y reconocidas por la comunidad nos digan qué es aquello que merece la pena disfrutar en la vida. Tenemos tal FALTA DE CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS QUE NECESITAMOS UN PASTOR que nos diga lo que está bien y mal, que nos guíe y que nos proteja. Y, como no puede ser de otra manera, terminamos por convertirnos en rebaño.

Y SÉ QUE ME GRANJEARÉ MUCHA IMPOPULARIDAD POR LO QUE ESTOY DICIENDO, ¡pero alguien lo tiene que decir, carajo! ¡Basta de engaños! ¡Basta de esa ley no escrita por la cual debemos mostrarnos felices no hablando de temas delicados, por importantes que sean! Esa dependencia de la que hablo puede llevarnos a considerarnos la persona que no somos; a vivir como si se tratara de una maravillosas experiencia algo que, en el fondo, no nos aporta nada o muy poco. Por ese camino solo conseguimos al final ser un clon que va donde va allá donde todo el mundo se dirige. ¡Esta es la realidad de cualquier sociedad de consumo de masas! Nombre, por cierto, que no me he inventado yo. Masas…

NO TIENE NADA DE MALO LA CONVIVENCIA CON OTROS SERES, humanos o no. Al contrario, es imprescindible. Pero nunca es sano si se hace desde el seguidismo acrítico, en lugar de hacerlo desde un pleno reconocimiento de la propia personalidad y voluntad. Y para ello, vuelvo a la ENSEÑANZA DE LOS NIÑOS, a los que reconozco como los más sabios entre los sabios. Ellos nos dan ejemplo de cómo DISFRUTAR DE LA VIDA, de cuáles son las ACTITUDES necesarias para ello. Y lo más sorprendente es que lo hacen desde el desconocimiento de sí mismos, SIGUIENDO SOLO SU NATURALEZA E INSTINTO:

  • VIVEN CURIOSOS Y EXPECTANTES. Mantienen sus ojos abiertos a todo, grande o pequeño, pues ellos no entienden de grande o pequeño, de importante o inane, de famosos o anónimos. Ellos no se entretienen en esas estupideces que tan importantes son para nosotros, los adultos. Y eso les permite acceder a lo mejor, y disfrutarlo plenamente. Los adultos, conocedores (al contario que los niños) de que la vida supone EXPONERSE A RIESGOS Y DOLORES, CONSTRUIMOS VIDAS PREDECIBLES Y REPETITIVAS donde la curiosidad y la expectación hace tiempo que la dejamos en el cementerio.
  • VIVEN ILUSIONADOS sin forzarse en disfrutar de la vida de una forma concreta, independientemente de que tengan sus PREFERENCIAS (a veces especialmente insistentes). Cuando no pueden satisfacer una de sus preferencias se desahogan con unos pocos lloros y si no se les hace sentir como víctimas, enseguida buscan otra distracción ilusionante. En definitiva, los niños NECESITAN VIVIR ILUSIONADOS y no entienden la vida de otra forma. LOS ADULTOS SENTIMOS TANTO MIEDO E INSEGURIDAD QUE MATAMOS LA ILUSIÓN.
  • SON FÁCILMENTE IMPRESIONABLES Y CREEN EN LA CONTINUA POSIBILIDAD DE ASOMBRARSE con lo que acontece en su vida. Otra actitud imprescindible que perdemos los adultos, exactamente por las mismas razones que antes: necesitamos planificar, CONSTRUIR UN GUION ampliamente contrastado en sociedad, y nos ceñimos estrechamente a él para EVITAR FRACASOS Y SUFRIMIENTO. Demostramos el MIEDO A VIVIR que sentimos, lo agarrotados que estamos física, mental y espiritualmente. Es cierto que reducimos el riesgo de fracaso y dolor, pero al precio de vivir como sardinas (en una lata, por supuesto, no en el mar)
  • En ellos, HASTA SU PICARDIA ESTÁ LLENA DE INOCENCIA. Y es que SIN INOCENCIA NO HAY POSIBILIDAD DE GOZO. Es cierto que los adultos disfrutamos con experiencias que consideramos maravillosas pero que no lo son, que nos consideramos maestros sin serlo por el mero hecho de haber conseguido CONVERTIR EL AMOR EN SEXO, los SUEÑOS EN COMPETICIONES, nuestra LIBERTAD EN SUMISIÓN, etc.
  • En resumen, los niños VIVEN SU ESPECIAL Y ESPECÍFICA SENSIBILIDAD. No reparan en cómo deben de ser, simplemente son. Y lo son guiándose, sin darse cuenta, por su peculiar naturaleza y por su maravillosa sensibilidad.

Todo esto quiere decir que debemos volver a la infancia. ¡Absolutamente, no! Aunque quisiéramos, no lo conseguiríamos. Es imposible. Y, además, entrar en la edad adulta debería ampliar nuestras expectativas y nuestra riqueza vital y emocional, no al contrario, como en realidad ocurre. Lo que necesitamos es RECUPERAR LOS VALORES DE LA NIÑEZ que siguen siendo imprescindibles para una vida plena (o más plena).

No solo seríamos más felices. Habría mucha más colaboración que competencia, muchas menos personas necesitadas en sus necesidades básicas, mucha menos violencia, y muchas menos muertes trágicas. Y apunto mi última pregunta: ¿por qué evitamos reconocer el penoso mundo en el que vivimos, para construir uno mejor? Es tan malo el actual que con un poco que se hiciera lograríamos mejoras sustanciales.

Toc, toc… ¡El vídeo! El video y esa muchacha que fascina en su inocencia y sinceridad.


“A los ojos de un niño, no hay siete maravillas en el mundo.
Hay siete millones.”

Thomas Walter Streightiff (1885 - 1944)


Emilio Muñoz
Homo Novus...

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)


Vaughan Williams - The truth sent from above
(por The Choir of Trinity College Cambridge)



7 comentarios:

  1. Querido Emilio, que lindo se siente vivir ilusionado con la inocencia de un niño.
    Siempre es mágico leerte, asombras, deleitas y llegas al alma del lector.
    Cariños y te dejo un besito, que tengas un hermoso día

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    1. Cuántas palabras bonitas, querida Noemí, que te agradezco como si fueran verdad (y, tal vez lo son, pero es mejor dejarlo estar porque no es tan importante para
      . Y te ha faltado decir que puedo ser muy crítico, que a veces digo las cosas que parece que estoy regañando, Pero todo lo hago con un grandísimo cariño.

      Un enorme abrazo junto a mi gratitud, querida amiga!!!

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    2. Como si fueran verdad?
      Lo que escribo lo escribo con el alma y asi lo siento.
      Pero si dudas esta bien, es tu derecho.
      Cariños y besos

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    3. Ay, querida Noemí, otra polémica gratuita!!!

      Yo no cuestionó que seas sincera. Yo digo que no le reconozco en la persona tan buena que describes al hablar de mi. No soy la persona mas adecuada para valorarme, algo que no me importa que hagáis los demás, y si vuestra valoración es muy buena, prefiero no creerlo, pues detesto la vanidad. En eso se resumen mis intenciones.

      Pero si mis intenciones no se cumplen, pues no fomentan el diálogo y sí este tipo de malentendidos que se podían evitar con una simple consulta previa, para que mantener abiertos los comentarios??? Para qué seguir con los blogs??? Merece la pena el esfuerzo que hago al escribir, al leer y al comentar??? El agotamiento hace que tenga mis dudas...

      Un enorme abrazo, querida amiga.

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  2. Muy cierto uno debe vivir en plenitud y apreciar las cosas que nos hacen felices. Te mando un beso.

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    1. Una vida sin la aspiración a la felicidad es una locura, pero hay dos matices.

      El primero es preguntarse qué me puede hacer sentirme bien, en función de mi personalidad, mis sensibilidad, mis aspiraciones. En el conocimiento de este profundo saber se basa nuestra libertad de acción y nuestra capacidad para disfrutar del ejercicio de vivir. Es cuestión de elegir bien lo que queremos.

      El segundo es preguntarse por mis responsabilidades y obligaciones, pues vivir implica compromisos que hay que cumplir. Y convivir implica facilitar la armonía interpersonal... la convivencia. Hay límites. En estos marcos se debe desarrollar nuestra libertad de acción para ser en nuestra vida quienes somos y queremos ser. Es cuestión de elegir bien lo que podemos, en el marco de lo que queremos.

      Creo que estas son dos de las conclusiones más importantes que he sacado en la vida.

      Un enorme abrazo , querida amiga.

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    2. Y algo también importante, querida Citu.

      Las personas que tienen miedo a vivir utilizan las responsabilidades y la convivencia como excusas para no vivir el ser humano que son.

      De esta manera ven responsabilidades donde no existen, y consideran que tienen que adaptarse a alguna persona para que la acepte y proteja sin quejas. Hiper responsabilidad y sumisión.

      Es decir, anulación de la propia personalidad y abandono de los propios anhelos, que deriva en una vida -la propia- destruida. Una dolorosa vida... Una vida truncada. Un proyecto de vida que apenas empezó a desarrollarse antes de languidecer.

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