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viernes, 25 de agosto de 2023

CONCIENCIA Y DIGNIDAD...


“Hijo mío, atiende con placer tus negocios durante el día,
pero emprende sólo los que te permitan
dormir tranquilo durante la noche”

Thomas Mann (1875 – 1955)


“Tu voluntad y tu confianza serán tan fuertes
como sólidas sean tus creencias y tu dignidad”

Emilio Muñoz


Foto de Alec Douglas en Unsplash
Hay una voz que resuena constantemente en nuestro interior, que aprueba nuestro vivir o que lo censura. Porque hay un saber ancestral que está fijado en nuestro ser más esencial y que juzga cada una de nuestras intenciones y de nuestros actos. Esa voz es la voz de nuestra conciencia, y no hay nada que pueda hacer que la evitemos.

Cuando la traicionamos, nuestra conciencia nos persigue. Podemos evitarla pero siempre viaja con nosotros para recordamos que estamos traicionando nuestros valores y nuestra humanidad. Tal es su insistencia que nos puede volver locos, y no podemos hacer nada para evitarla. Tarde o temprano se planta delante de nosotros para desangrar nuestra vida.

Un mundo que ha optado por la superficialidad y la apariencia (la máscara), que evita cultivar el “ser” y solo valora el “tener”, está destinado a dormir mal, y a arrastrar su ánimo. Cuidar las apariencias no sirve para hacer lo correcto, vivir sanamente y dormir bien. Las estadísticas sobre salud mental lo confirman.

Debemos aprender…


Emilio Muñoz
Homo Novus...

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Nils Frahm - Them
(por Erased Tapes)



martes, 15 de agosto de 2023

RENACIMIENTO Y HUMANISMO: LA VIDA COMO PASIÓN
(UNA VISIÓN ESPERANZADA DEL MUNDO)


“Entre su alma y la de un niño
no había más diferencias que algunas cicatrices”

André Maurois (1885 – 1967)


“Concédeme esos cielos, esos mundos dormidos,
el peso del silencio, ese arco, ese abandono,
enciéndeme las manos,
ahóndame la vida
con la dádiva dulce que te pido”

Idea Vilariño (1920 - 2009)
De ““Concédeme esos cielos, esos mundos dormidos”


Maddalena che legge nel deserto
Sisto Badalocchio Rosa (1585 - 1647)
Nunca huyo de intentar entender el mundo actual (por mucho que me inquiete en bastantes ocasiones), intentando hacerlo lo mejor que sé (pues es decisivo para vivir). De ahí esas miradas oscuras y preocupantes que también publico. Es importante no callarlo…

Sin embargo, no me dejo arrastrar por el pesimismo o la negatividad, pues hay muchos motivos en la historia de la humanidad para valorar movimientos sociales apasionantes. Como hay, en cualquier periodo histórico, numerosos personajes sabios, famosos o anónimos, que iluminan la vida. También ahora mismo, en este medio que tantos gratos y deliciosos encuentros me proporciona.

Para aliviar la ingrata sensación del último post publicado aquí, hoy vuelvo a traer hasta aquí uno de esos periodos apasionantes de la humanidad, del que tanto he escrito y hablado: el Renacimiento, desde su visión más humanista. Y lo hago de la mano de un filólogo y escritor, Pere J. Quetglas Nicolau (1952 - …) en su excitante descripción de los rasgos que definen al ser humano y a la época del Renacimiento.

Los rasgos de este nuevo hombre serían: 1) un temperamento ardoroso y entusiástico, que le lleva a afrontar empresas, en apariencia, superiores a sus fuerzas; 2) un insaciable deseo de saber, que le conduce necesariamente a la superación de fronteras lingüísticas, culturales y, también, religiosas; 3) una meditada actitud de rechazo contra la tradición que le lleva a discernir críticamente entre disciplinas científicas y pseudocientíficas, y a analizar y discutir todos y cada uno de los postulados que ofrecen las primeras; 4) la defensa del saber por el saber, una máxima de raíces antiguas, que es el estandarte de todo movimiento humanista.

Ese ardor y entusiasmo en el vivir, propio también de los niños, creo que es la seña de identidad más valiosa del ser humano, pero encauzada siempre a través de la pasión de saber, del espíritu crítico y del afán por crear y experimentar. Estos son los rasgos de los protagonistas del Renacimiento, que recuperaron el vigor de los clásicos, y la seña de identidad del más sano y bello humanismo. Su inspiración bien vale una vida…


“…y sentía tu alma frágil y humilde
como una lágrima vacilando en el borde de los párpados…”

Tristan Tzara (1896 – 1963)
De “Inscripción sobre un sepulcro”


“Si lo haces, sea lo que sea,
intenta llenarlo de incomparable pasión y belleza”

Emilio Muñoz


Emilio Muñoz
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The Choir of Trinity College Cambridge - O Salutaris Hostia (Ēriks Ešenvalds)
(por The Choir of Trinity College Cambridge)



domingo, 13 de agosto de 2023

LIBRE PENSAMIENTO…


“En cambio yo me he educado de tal manera que,
sin prestar juramento de fidelidad a nadie,
puedo extender mi interés a todos los maestros de filosofía,
examinar todas sus obras y conocer todas las escuelas”

Giovanni Pico della Mirandola (1463 – 1494)
De “Discurso sobre la dignidad del ser humano”


Foto de Alex Perez en Unsplash
Hay una libertad que nadie nos puede robar, excepto una persona (nosotros mismos). Esa libertad es la de pensar, la de creer, la de ilusionarnos, la de vivir esperanzados…

Una mente abierta no deja de aprender durante toda su vida, y ese aprendizaje, basado en la reflexión, el diálogo y la experiencia, hace madurar nuestros pensamientos, de tal manera que con el tiempo vamos modificando, mucho o poco, nuestra forma de pensar y nuestras creencias (raramente nuestros valores). Tanto puede llegar a ser el cambio que puede modificarse hasta nuestra forma de vivir.

El ser humano tiene miedo a reflexionar y, más aún, a cambiar: cambiar es significarse, y arriesgarse a ser objeto de críticas y censuras. Está mucho mejor visto pensar siempre de la misma manera y ser previsibles. Siendo previsibles y sumisos somos más fácilmente manejables. Y si nos unimos al pensamiento único, al de la mayoría, más contentos estarán todos. De esta manera, cuando adoptamos una forma de pensar, la defendemos a ultranza, la mantenemos aun en su invalidez, y censuramos a quien pueda criticarnos. Incluso falseando su conducta y desprestigiando su pensamiento.

Lo malo es que actuar así ni es vida, ni es libertad. Malo es cuando nos quieren imponer una forma de pensar, sentir y vivir, pero mucho peor es cuando somos nosotros mismos los que nos censuramos, los que nos exigimos la uniformidad universal, los que reprobamos el cambio aunque eso suponga mejorar como seres humanos.

Realmente, los mayores censores de nuestra libertad somos nosotros mismos. Pero nuestra libertad de pensar nunca nos la podrán robar, excepto si nosotros renunciamos a ella. Está siempre ahí, al alcance de nuestra mano. Y la vida espera que la alarguemos para que seamos fuente de luz en un mundo que puede ser claramente mejor.

¿O el mundo está bien como es ahora?

[NOTA: Pico della Mirandola fue un gran pensador del Renacimiento italiano que murió en extrañas circunstancias muy joven (a los 31 años), según se cree envenenado, y después de haber sido perseguido por los poderes de la época. El motivo: su libertad de pensamiento y de juicio, y su independencia, tanto a nivel político como religioso]

Emilio Muñoz
Homo Novus...

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STEYL - Empty Mind
(por Trend 902)



miércoles, 9 de agosto de 2023

SOBRE LA FELICIDAD…


“Algún día en cualquier parte,
en cualquier lugar,
indefectiblemente te encontrarás a ti mismo,
y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz
o la más amarga de tus horas”

Pablo Neruda (1904-1973)


“La felicidad,
agua de manantial entre tus dedos…”

Emilio Muñoz


Foto de Shea Rouda en Unsplash
Si hay algo que he aprendido sobre la felicidad es que normalmente la reconozco cuando ya no la tengo. Solo en un momento de mi vida he experimentado una felicidad tan plena y tan prolongada como para ser consciente de mi estado de gracia. Pero incluso en este caso se mostró frágil y huidiza… No dependía solo de mí. Y supongo que, tal y como me planteo la vida, nunca depende solo de mí.

Creo que hay tantos tipos de felicidad como personas existen. Hay personas que encuentran la felicidad en la serenidad, otras en la frugalidad, otras en el control de su sensualidad y / o emocionalidad, otras en el disfrute de los pequeños gozos de la vida…

En mi caso, he optado por la felicidad unida al amor, de tal manera que encuentro la felicidad en el éxtasis del amor apasionadamente vivido y estrechamente compartido. El entusiasmo que se despliega, la admiración que se crea, la necesidad de fusión que me supera… me permiten alcanzar una sensación de plenitud insospechados.

Pero encontrar ese punto es realmente difícil. Unas veces porque no encuentro a la persona con la que se despierta el entusiasmo. Otras veces porque la persona adecuada no es consciente de la maravillosa experiencia que tiene a su alcance. Otras veces porque el miedo se apodera de unos u otros. Otras, porque hacemos de la renuncia el mejor antídoto contra el veneno del miedo.

Mi conclusión siempre es la misma: si hay que elegir entre arder y vivir inerte, mejor morir ardiendo. Una vida larga nunca compensa la renuncia de amar libremente, hasta quemarse si es lo que nuestro espíritu nos pide. Más bien, una vida larga de renuncia se convierte en una tortura interminable. Calidad por encima de cantidad.


Emilio Muñoz
Homo Novus...

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Philip Daniel, Jacob Pavek, Blomma – August
(por José Alonso)