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martes, 4 de agosto de 2009

RENACIMIENTO: ¿UN SUEÑO DESMENTIDO? (PRIMERA PARTE)



“No posee el total hábito
sino quien se halla en lo extremo
del arte y de la vida”

“Non ha l`habito intero
prima alcun, c’ha l’estremo
dell’arte et Della vita”

Michelangelo Buonarroti (Miguel Ángel) (1475-1564)




“La extraordinaria energía del Quattrocento todavía se extendería hacia los primeros decenios del siglo siguiente [en referencia al siglo XV] e, incluso, culminará en los proyectos de Leonardo [da Vinci] y Miguel Ángel [Buonarroti], pero incrustada en esta energía -y, a veces, por una fecunda paradoja, fructificándola- late, cada vez con más violencia, el desaliento del despertar tras un sueño desmentido.”

“El Quattrocento, arte y cultura del Renacimiento italiano”
Rafael Argullol


Leonardo da Vinci - Cabeza de joven mujer
He leído en el excelente libro de Rafael Argullol este comentario que, más allá de su gran acierto, merece ser objeto de una serie de consideraciones para mantener una visión especialmente positiva de aquella época extraordinaria que vivió la península italiana y, especialmente, la República de Florencia.

Lo primero que debo confirmar es que aquella época fue, ante todo, un periodo en el que se revolucionó el pensamiento -la forma en que el ser humano asumía su humanidad- y que se desplegó una descomunal energía creativa a todos los niveles. Bien es cierto que no ocurrió en todas las capas de la población, y que fue un fenómeno asociado a los sectores más cultos de la población. Pero esto no nos debe extrañar pues todos los movimientos innovadores prenden inicialmente en grupos reducidos y de gran iniciativa. Lo más importante siempre es el legado que dejan y, en este caso, su herencia es sencillamente deslumbrante…

Este inagotable y excedido derroche de energía fue motivado -como no podía ser de otra manera- por el entusiasmo. Un entusiasmo sin límites fruto de la seguridad derivada de su creencia en que habían recuperado la senda perdida del conocimiento, del arte, de la belleza, de la ética y de otras muchas más cosas. Y creían que lo habían conseguido después de un periodo en el cual la cultura había ido en retroceso y se había enquistado en planteamientos tan rígidos como oscuros y poco útiles e ingratos.

El hombre del Renacimiento lo era precisamente por ser consciente del renacer de la cultura hacia formas más humanas, fructíferas y gozosas., a la vez que perfeccionadas. Tal fue su fe y su entusiasmo -su certidumbre y su confianza-. Y creyó ser capaz de conseguir cualquier cosa que se propusiera, incluso la perfección de todo lo que iniciara (basta echar un vistazo a los escritos de, por ejemplo, León Battista Alberti -1404 a 1472-). De esta manera, el inspirado hombre del Renacimiento hizo del ser humano el centro del universo, sin necesidad de excluir a Dios de su cosmovisión, pero creyendo que todo debía estar a su servicio: para su bien espiritual y para su provecho material. Un ser humano no solo confiado, también optimista, positivo, curioso, preocupado, moralmente comprometido con su mundo, creativo, exuberante, apasionado…. ¡y tremendamente apasionante…!

Realmente, los protagonistas del Renacimiento italiano eran conscientes de que estaban viviendo y protagonizando un momento histórico excepcional. Y su contagiosa excitación era tal que se pusieron unas metas que no sé si calificar de inalcanzables, pero que -es seguro- resultaban extraordinariamente exigentes. Eso les hizo gigantes… y eso nos sigue cautivando y apasionando aún hoy…

¿Ciertamente fue todo aquello un sueño desmentido…? A por la segunda parte

Emilio M.
Homo Novus

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9 comentarios:

  1. Bueno bueno, por fin!!!!!!!!!!!!!! Será verdad que lo bueno se hace esperar.

    Cada vez estoy más convencida de que si en un grupo varios miembros (líderes) se interesan por algo de forma excepcional, arrastran al resto del grupo. Creo que algo así ocurrió en aquella época, no se trataba de tener más o menos intelecto, sino que al ser atrapados, su sed aumentaba y su esfuerzo también y por ende su rendimiento.

    Lo que trato de explicar es algo así como la "Profecía Autocumplida" del sociólogo Merton, al narrar como la escultura de Galathea cobraba vida. Todo se resume en las expectativas que proyectemos sobre los miembros del grupo, esas expectativas pueden convertir al alumno más torme de la clase en el más avanzado.

    No sé si sueño desmentido o no, pero por lo menos se atrevieron a soñar, y eso ya es algo grande.

    Exquisita la música elegida.

    Creo que me pasé un poco en la extensión del comentario, pido disculpas por ello.

    Besos mi querido amigo.

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  2. Bueno, aquí me tienes en Homus Novo.
    Es un modelo nuevo y renovado del Homos sapiens?

    :)
    A lo sumo lo que hace avanzar es disponer de una expectativa y sobre ella puedes fabricar sueños y proyectos y te empujan a llenar de ilusiones los planes, y qué más se puede pedir...

    Ah preciosa la música. Tus letras y gustos son muy delicados.

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  3. No dejes de recordarnos el pasado para aprender de aquellos que dejaron huella... Se nos olvida darnos cuenta de que la esencia de emprender y crear algo grande tiene de pura necesidad de esos valores sobre los cuales no hablas aquí.

    Y claro que invita a leer!
    Faltaría más... Tienes el don de encontrar perlas y joyas de gran valor donde se nos olvida, donde no vemos, donde nos cuesta... ya sea por la falta de aprecio de lo más extraordinario de un ser humano = su afán de llegar a algo que busca o el no entender a ese explorador que en algunas personas está dormido y en otras trata de salir y abrirse al mundo aunque cueste mares y montañas...

    No dejes de llenar tu entorno de ese espíritu renovador... para que nos encontremos con una profunda necesidad de seguir con entusiasmo y optimismo... recuérdanos todos aquellos hechos y personas que lo hicieron en su día. Recuérdanoslo cada día con tus palabras y tu persona misma.

    Soñemos siempre... Desmintiéndolos o no a lo largo de la vida y generaciones... Pero soñemos siempre... A quién no le gusta?

    ¡Muchísimas gracias, Emilio!
    ...de verás que sí...

    Zuzana

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  4. Por supuesto que no te pasas extendiéndote en tu comentario, Ruth. Escribe cuanto quieras, que lo importante es lo que nos contamos, no cuanto ocupan. En estos escritos que compartimos, en estos comentarios que nos hacemos y en estos alientos y cariños que nos damos, estamos entregando lo mejor de nosotros mismos y cambiando nuestras vidas… a mejor, por supuesto.

    Y comparto contigo que hay procesos que, una vez que se inician son imparables: crean una inquietud y una euforia incontenibles. Pero para que prenda esa mecha, para que todo se inicie un proceso de la envergadura de este, se necesita casi un milagro.

    Tenemos la oportunidad de aprender de milagros como estos, en los que no todo fue ejemplar, pero en los que se aglutina una riqueza inagotable. No perdamos la oportunidad…

    Un gran abrazo, amiga. Y gracias por apoyar este, mi más humilde y ambicioso proyecto.

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  5. Gracias por pasarte por el proyecto que más me llena de ilusión, Cinta, aunque todos me ilusionan. Tal vez, este un poco más por ser el que menos probabilidades tiene de ser bien acogido.

    Ya comenté la excitación que me produjo escribir esta entrada el pasado domingo, temprano, a la sombra de unos pinos, cuando el sol aún no quemaba, en mi querido cerro de los vencejos. Realmente fue excitante, porque me apasiona hablar de estos seres humanos que tengo por héroes. Ellos viven, aunque no nos demos cuenta, en todo lo que vivimos porque ellos cambiaron nuestro mundo para llevarlo por mejores renovados derroteros.

    Invitada quedas, sin obligación alguna. Un gran abrazo, amiga.

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  6. Gracias por tu presencia a ti también, Zuzana. A ti, que te veo luchar cada día y sin descanso por todos aquellos proyectos y sueños que te empujan a entregarte hasta la extenuación, te puedo decir con confianza que eres muy guerrera… Aunque debería matizar que eres deliciosamente guerrera. En mi categorización de fenómenos, estás entre un tornado y un huracán. Sea como sea, todo lo revuelves. Eso sí, lo haces con la mejor intención del mundo, sanamente, con transparencia.

    Gracias por tantos comentarios directa o indirectamente elogiosos, más que generosos. Me gustaría merecerlos, pero debo reconocer con honradez que no es así. Sin embargo, todo eso que dices que puedo ser o hacer yo, despierta en tu espíritu con toda la fuerza de tu juventud.

    Ya te he dicho que uno de mis placeres es ser testigo de tu vitalidad, ser testigo de tus campañas, ser testigos de tus victorias… Todas ellas bellas…

    ¡Muchísimas gracias, Zuzana!
    ...de verás que sí...

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  7. "Me gustaría merecerlos, pero debo reconocer con honradez que no es así..." Ya sé que la humildad es lo tuyo, pero me alegra comunicarte que Tú te lo mereces todo. Si fuera Da Vinci darías más valor a mis palabras? Creerías...

    Si preguntasemos a las personas que adoran a tus escritos o las que tanto te aprecian, quieren y siguen al lado tuyo a lo largo de tu vida... Si preguntasemos te dirían que te mereces todo y más... Tú sólo disfruta, porque el momento de más gloria y mucha felicidad es hoy y mañana y pasado... sólo míranos y te darás cuenta lo mucho que queremos verte feliz.

    PD: Renace de tus cenizas querido Fénix! Y vuelve a nosotros si te dejan tus alas,
    Zu.

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  8. Gracias Zuzana por tus -más que generosas- palabras, que aún merezco menos.

    Me alegra ver ese espíritu combativo y de conquista que te caracteriza. Por muchos sinsabores que nos traiga, la vida es un gran pastel que no podemos dejar de disfrutar ¿verdad?

    Leyendo lo que dices me has recordado una de mis frases: "Lo mejor de mi vida está por llegar" Y lo digo sabiendo que la vida ya ha sido muy generosa conmigo.

    Un gran abrazo, amiga.

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  9. Una de esas personas soy yo. Estoy de acuerdo con Zuzana.
    Hola Suri me perdonas si no estoy al tanto, no estoy estos días.
    Un beso.

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