DE LA TERNURA…

“La ternura es el reposo de la pasión”

Petrus Jacobus Joubert (1831 – 1900)

Ternura… una de las palabras más bellas que podemos paladear. Y digo bien: ¡paladear! Porque la ternura es un delicioso manjar que se abre a nuestros sentidos y a nuestra alma con especial delicadeza y sentimiento, ya sea que se reciba o que se entregue. Pero, también, “ternura” es una de esas palabras que se paladea con especial placer cuando se pronuncia.

Fuente: elaboración propia

La ternura es eso que dice Petrus Joubert, pero es mucho más que ese aspecto concreto que el político sudafricano destaca. La ternura es el gesto más bello que el amor puede ofrecernos. La ternura es el amor que se proyecta en toda su inocencia y bondad. Esto es lo que, precisamente, convierte la ternura en el gesto más bello.

La ternura es el amor vivido en paz. Es el amor que se recoge sobre sí mismo, recala en los brazos de quien lo entrega y se ensimisma en la contemplación del ser que se ama.

La ternura es aquel acogedor lugar donde el alma puede descansar: refugio seguro para recuperarse de esfuerzos y heridas. Y es el lugar donde el corazón se entretiene en tejer hilos cómplices y relaciones que durarán toda una vida.

No hay nada más bello, enriquecedor y sanador que la ternura que se entrega; ternura en la mirada, ternura en los gestos, ternura en la palabra, ternura en la entonación, ternura en los brazos, ternura en el pecho, ternura en la escucha, ternura en los silencios…

La ternura es la más bella expresión de nuestra humanidad. Y no hay mejor lugar de encuentro que nos ofrezca la vida que la ternura. Lástima que lo olvidemos tan fácilmente…

Emilio Muñoz
Homo Novus

© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
(original autentificado)

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(por B9 – Tema)

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